lunes, octubre 03, 2005

Ponga una lesbiana en su vida

Bueno, una, o unas cuantas...

Las lesbianas molan. No, no para espiarlas desde el cuarto de al lado. El "lesbianismo chic" de las pelis porno no me parece que sea para tirar cohetes... hombre, las chicas en bolas, si son monas, pues ponen... pero, en general, tengo unos importantes ramalazos hetero y gustos sencillos (al fin y al cabo son el slogan de este blog -Los gustos sencillos, no los ramalazos, malandrines-).

Pues a lo que iba, andaba dudando sobre la lesbianosidad. Mi dicotomica mente sufria intentado encajar otro complejo y multifactorial tema en un humilde juicio de valor, en alguna categoria de ese bonito y magico continuo que estructura el mundo: mola / no mola (o su version sofisticadamente bipolar guay / chungo). Ademas, mi profesora de women and society no ayuda nada ya que no caba de decantarse ni hacia los valles del amor incodicional, ni hacia las yermas rocas del fuego purificador. Cuando ya no podia suportar tener una vision compleja del asunto ni por un dia mas, como siempre, ese todo ordenado, benevolo y generalmente amistoso que es la vida, volvio en mi ayuda. Historia sobre porque todo el mundo debe "poner una lesbiana en su vida":

El otro sabado, la mayoria de los estudiantes internacionales se habian largado a Boston o a Montreal. Estaba decidido a hacer de la necesidad virtud y trabajar en mi "independencia emocional" (ya sabeis que es uno de mis puntos mas flaquitos). Asi que el sabado fui al restaurante koreano en el que ponen salsa los sabados. No tengo confianza con nadie del club de salsa y, aunque puedo repetir bien los ejercicios que hacemos el sabado por la magnana en la clase de baile, me es imposible no ya bailar, sino recordar un misero paso, encuanto la musica suena normal y nadie cuenta (un, dos, tres; un, dos, tres...). Pues alli estaba yo, en medio de la comunidad latina de Burlington, rodeado de bairarescos y bailarescas. La presidenta de nuestro club, andaba rueda que rueda, dos parejas de compis que siempre practican juntos, no se soltaban entre ellos... enfin, quedabamos una chica y yo y estaba claro que necesitamos mas practica. El coche no nos volvia a subir al campus hasta la dos (y eran las once y ya estaba muy aburrido). Generalmente me hubiera quedado hasta el final, disfrutando de la misma sensacion de estar fuera de lugar que los pinguinos del zoologico de Nueva York y volviendo jarto y mosqueado y pensando en la diversion que todos los demas estarian teniendo en ese momento y que yo no compartia, por friky y por no seguir el rebagno.

Lo que hice fue decirle a dios a mi compagnera de baile cuando acabe mi cerveza (sobre las once y media) y largarme de alli, hacia aguas mejores. Justo al lado, esta el unico club gay de todo el pueblo... humo, locas, luces horteras, musica electronica... en fins, como en casa. Era un club muy equilibradito. Una sala mas oscura, con mas cagna para bailar y otra, tambien con baile, pero con mas luces y mesitas para charlar de tranqui (dos pisos en total). La gente maja y variadita, gays femeninos, gays masculinos, y un par de heteros friendly, lesbianas del tipo camionero tirando a hip hop, lesbianas tirando a suicide girl, lesbianas con gafas suspirando por tener un bar de lesbianas con menos ruido y chicas hetero, mas que gay friendly, de las fashion victims (solian tener demasiado postureo o a su novio incorporado que miraba a todos lados como diciendo "como alguien me toque el culo..."

Visto el panorama, y no queriendo pasarme (porque cuando eres del equipo visitante te pueden ocurrir interesantes sorpresitas) hice lo de siempre. Cervecita y a bailar, mucho, como una loca, o como un friky patito. Alegrote, cambiando de sitio, procurando no incordiar demasiado. Vi una chica muy mona. A mi me parecia monisima porque estaba contenta y porque tenia el pelo muy corto y un par te tatus y porque bailaba haciendo el loco, pero enseguida deje de verla (yo tambien me cambiaba de planta e iba muy a mi bola). Debi contagiarme de cierta gayosidad, porque no me tiraban demasiado ninguna de las otras chicas que habia alrededor. A las siguientes dos cervezas me invito la casa (o el camarero). Y al final volvi a encotrarme a la chica del pelo corto. Y estuvimos bailando y haciendo el tonto juntos. Asi dicho, suena muy idiota, pero yo me lo paso pipa. A mi me daba toda la impresion de que era lesbiana (por lo de que la mayoria alli lo eran, por lo del pelo corto, porque no se me lanzo al cuello y porque tenia una amiga que no me miraba con demasiados buenos ojos). Cerraban la discoteca y pudimos charlar un ratito (es mas maja que todo) y cambiarnos emails. En fin, que un bodrio de noche con gente tipica y aburrida que se planchaba el pelo y no queria bailar conmigo, se convirtio en un buen fiesturry con nuevos amiguitos, y que puntua doble porque iba yo solo y me tuve que currar que las cosas fueran como a mi me gustan y no plegarme a cualquier situacion.

Hoy le he escrito un e-mail. Me haria mucha ilusion salir alguna vez que el grupito, como las chicas hetro que van con un monton de gays, pero al reves. Al fin y al cabo, a todos nos hacen gracia el mismo sentido del humor, tenemos el mismo gusto por hacer el pato, por pasarlo bien, y por supuesto por las chicas con el pelo corto.

PD: Cualquier intento de que varie mi recien estrenado prejuicio positivo hacia las lesbianas sera respondido con un sofisticado mantra del budismo tamul: "UMMMM....No te escuho cara ce cartucho, que no te escucho cara de cartucho...UMMMM...".

1 comentario:

the Migue dijo...

Hombre, pero es que, a parte de quererle sacar brillo (que tampoco es para mosquearse), querian convencer a la V de que los falos son, en si, instrumentos de opresion patriarcal... y bastante me había costado convencerla de que dependia del uso dado al miembro, no de la forma o constitución del mismo (un dia contare la historia y la conversacion que mantuvieron mi churra y V).