martes, enero 31, 2006

Que bonita es la convivencia II

En la cafetería estuvimos hablando del mundo, del amor... en fin, de todo. Una conversación como no he tenido con ningún americano desde que llegué a Burlington.
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Ya en el cine, me pregunto que había pasado con la cosa que acosa, y yo se lo conté. Para empatar yo le pregunté si tenía un novio o qué... resulta que ella es amante de un chico que tiene novia y que no la deja, ni parece que nunca la vaya a dejar (lo que no hace nada feliz a Leatha) por lo que esta previsto que pase de él.
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Una vez todo aclarado, nos miramos y nos besamos. Durante la peli nos besamos mucho en la boca y en las manos hasta conseguir un calenton curioso. Volvimos a casa y fuimos a su habitación. La cosa pasaba a mayores cuando oí como una persona subía las escaleras con entusiasmo, mi intuición teórica sabía lo que iba a pasar. Así que miré a la Verdad a sus ojos glaucos porque tuve total certeza de que nunca volvería a tenerla así, estrechada entre mis brazos. Se escuchó un grito, la posmodernidad bramaba "Hiiiii! Leaatha!!", entonces hundí mi cabeza en su escote por última vez, y puse los brazos en cristo para dejarla marchar.
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"Voy a entraar" decía el pensamiento débil... "no! me estoy cambiando" dijo la verdad mintiendo por mi culpa. Leatha se escurrió por la puerta. Luego volvió "mira, Miguel me siento muy culpable, ya en el pasado le levanté un ligue, además es nuestro cumpleaños (solo un dia de diferencia) y hemos quedado para cenar... lo dejamos para otro momento, vale?"... "vale, cuando acabes, visítame en mi cuarto"...
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Me desperté en medio de la noche solo. En mi delirio pensé: voy a visitar a Leatha. Tomé ánimo diciéndome que, en el peor de los casos, iba a tener algo curioso que contar en el blog y bajé descalzo las escaleras hasta el segundo piso. Soñaba con dormir acurrucado en la verdad.
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Abrí la puerta con cuidado... y le dí un susto de muerte "Quién cómo Dios" dijo Leatha, "soy yo" dije yo, "ven, pasa", "si, pero nada de sexo, que estoy fundido", "vale, vale, yo también estoy muy cansada... por cierto no me puedo dormir si algo me toca" "ok" (la entendía porque a mi me pasa lo mismo). Al día siguiente se moría de la resaca y fue a buscar marihuana (apuesto que a casa de su novio)...
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En estos días, la he llamado, la he buscado, he aplicado todo el rigor metodológico que mi marco teórico me ha permitido, pero la verdad ya no me regala con sus limpios ojos azules, ni siquiera me mira a la cara. Miguel debe significar algo en griego... debe ser algo así como "Carpanta del amor". Posted by Picasa

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