Jalowen (o un post de foturris)

El día amaneció radiante (como ayer). Aunque tenía mucho trabajo, me dediqué alegremente a procastinear. Fui de paseo con Florian hasta una de las cafeterías-bufet más grandes y más alejadas de nuestra residencia. Ninguna me gusta realmente, pero ninguna me repugna lo suficiente como para gastarme un dinero que no tengo en cocinar siempre por mi cuenta. Lo peor es la monotonía. Por eso, ir de vez en cuando a una cafetería diferente a comer porquerías similares organizadas de forma distinta es nuestra versión local y cutre del famoso "turismo gastronómico". Por el camino encontramos a una francesa que se unió a nosotros. Aprovechando el buen día, Florian se dedicó a hacer fotitos del campus y de cosas bonitas .

"Qué día más güeno!" "Yo estoy que me muero de jambre!" y otros grandes éxitos

Et voilá, el rincón de las pizzas tras el ataque del Migueloti común... como diría Felix Rodríguez de la Fuente: "El Migueloti común dubita. Por un lado su corteza cerebral alberga serias dudas respecto a la salubridad de esos alimentos. Por otro, no ha ingerido alimento alguno desde hace 14 horas. Su sistema límbico intuye un duro invierno, sabe que la supervivencia se hará imposible sin buenas unas generosas reservas y se hace con el control de la situación. En una súbita explosión de ira, se abalanza sobre el conglomerado de hidrocarbonos, lípidos y triglicéridos y, armado con una espátula, sauqea el rinconcito de las pizzas".

Desde que entro por la puerta, en los comedores activan un plan de emergencia especial y muchos de sus trabajadores se esconden debajo del mostrador

Para compensar, también le doy duro a las ensaladas (en esa cafetería que visitamos, tenían muchos ingredientes interesantes con los que montarte tu propio salad party karaoke... yo me hice un especial con brocoli, tomatitos cherri, espinacas, cebolla, champiñones... y una salasa llamada "aliño Ruso" - a todas luces inventada en Connecticut por un cocinero antillano que trabajaba en un restaurante de comida Checa, propiedad de una familia siria).

Y luego, por la noche, fiestuqui. Me hice un traje de pirata porque era fácil y barato. Me vestí igual que en verano (los pantalones tailandeses y la camisa india con cuello a lo Maho), pero con ropa interior super larga y mega antifrío, me compré pendientes de pega, un gorro de tres picos y me afeité la barba a lo George Michael... No era un pirata de los de dar mucho miedo (excepto a la línea hardcore de heteropaletos que protegían su retaguardia -de no sé que hipotético ataque, porque no llevaba espada ni ná-).

Migue bucanero haciendo una entrada triunfal.

Ahí estoy, culminando un debriefing impecable

Las virtudes de mi vestimenta poco amenazadora quedaron patentes cuando conseguí, mediante un existoso Debriefing (en psicología social: devolver a alguien la paz mental que tenía antes de que empezaras a putearlo), evitarnos una pelea con un tipo "compactito" y sus numerosos amigos... Tal es un inglés muy majo en general pero, como muchos de sus paisanos, tiene un beber "un poco tonto":... por resumir, mamao es primo de todas las desconocidas, enemigo de todos los desconocidos y busca -activa o pasivamente- el dolor físico y la sala de urgencias.

Tras el fiesturrio (esto es, A LAS 3 DE LA NOCHE), parte del grupo se vino a nuestra habitación "de child out". No desaproveché la oportunidad para hacer lo que más me gusta: dormirme en una reunión de colegas.