Estaba algo lirondo de dinero, así que pensaba: si me busco cierta fuente de ingresitos, quizás me acabe dando para comprarme los billetes futuros de avión (salen más baratos con antelación). La alternativa es pedirlo que,como todo el mundo sabe, siempre es peor que robarlo. Como prefiero evitar robar y, más aún, pedir, tenia el ánimo abierto a nuevas posibilidades.
Por otra parte, los deberes, mi situacion legal y el minúsculo tamaño del cagarro que llaman aqui "ciudad más grande del estado", no me dejan muchos márgenes laborales. En la orientación nos previnieron de las bonitas, dramáticas y frecuentes deportaciones de camareros-estudiantes internacionales... el problema es que a los cabrones de la oficina de relaciones internacionales les pagan demasiado bien y cenan fuera todos los fines de semana. A no ser que curres en ¨la pizza grasienta y popular", es muy probable que acabes poniéndoles la cena (y en una situacion muy incomoda, porque, como nos decian, ellos son personas ¿? e iban a sentirse muy tristes de tener que decirnos que hiciéramos las maletas -de denunciarnos a inmigración , vamos-). Yo, que soy temeroso del señor, de los aparatos represivos del estado y de casi cualquier cosa que se mueva, no me la voy a jugar (tampoco quiero ni imaginar como afectaría una deportación a mi imagen familiar de hipy desastroso e incosciente).
Pues eso, andaba yo pensando ¿Cómo podría levantarme cuatrocientos eurólares sin dejar de hacer las tareas ni acabar esposado en un avión de vuelta? Entonces, vi un cartel que decía "se buscan fumadores para un estudio. Paga en torno a los 550 dólares". Vi varios. Por toda nuestra residencia. Ya os podeís imaginar lo que pensé "¿dónde estará el truco?". No iba a hacerle ni puto caso al anuncio pero mira tu por dónde que Florian me trajo una tarjeta y decía "mira, una oportunidad". Eso de que me lo trajera el Florian, me inspiró mucha confianza.
Florian es muy majo, muy alemán e inspira confianza: todo lo que tiene es la oferta de mejor calidad relación /precio y todos sus cacharros funcionan y cuando no fuencionan, los arregla. Por eso, me fio ciegamente de su criterio respecto a las cosas mundanas como qué hora es, cómo se llega a no se qué sitio, qué dice exactamente la norma, qué impresora compartida comprar y qué carteles son una oportunidad.
[Ahora viene el momento que apasiona a todos los lectores: cuando repites el título del post en la historia que estás contando (¡les chifla!)].
Así que hice algo my idiota (para variar): Llamé. Era para un estudio sobre dejar de fumar. Querían ver si la gente lo hacía si les ofrecían dinero. Cada día que no fumabas te daban 20 dólares -o te lo daban todo al final, según la modalidad- También te daban paquetes de tabaco 'como tentativa', que ya había planeado vender a 5 dóleres cada paquete. Sólo tenía que ir tres veces al día a soplar y levantar 25 dólares.) Las dos únicas pegas que pude encontrarle fueron:
Por otra parte, los deberes, mi situacion legal y el minúsculo tamaño del cagarro que llaman aqui "ciudad más grande del estado", no me dejan muchos márgenes laborales. En la orientación nos previnieron de las bonitas, dramáticas y frecuentes deportaciones de camareros-estudiantes internacionales... el problema es que a los cabrones de la oficina de relaciones internacionales les pagan demasiado bien y cenan fuera todos los fines de semana. A no ser que curres en ¨la pizza grasienta y popular", es muy probable que acabes poniéndoles la cena (y en una situacion muy incomoda, porque, como nos decian, ellos son personas ¿? e iban a sentirse muy tristes de tener que decirnos que hiciéramos las maletas -de denunciarnos a inmigración , vamos-). Yo, que soy temeroso del señor, de los aparatos represivos del estado y de casi cualquier cosa que se mueva, no me la voy a jugar (tampoco quiero ni imaginar como afectaría una deportación a mi imagen familiar de hipy desastroso e incosciente).
Pues eso, andaba yo pensando ¿Cómo podría levantarme cuatrocientos eurólares sin dejar de hacer las tareas ni acabar esposado en un avión de vuelta? Entonces, vi un cartel que decía "se buscan fumadores para un estudio. Paga en torno a los 550 dólares". Vi varios. Por toda nuestra residencia. Ya os podeís imaginar lo que pensé "¿dónde estará el truco?". No iba a hacerle ni puto caso al anuncio pero mira tu por dónde que Florian me trajo una tarjeta y decía "mira, una oportunidad". Eso de que me lo trajera el Florian, me inspiró mucha confianza.
Florian es muy majo, muy alemán e inspira confianza: todo lo que tiene es la oferta de mejor calidad relación /precio y todos sus cacharros funcionan y cuando no fuencionan, los arregla. Por eso, me fio ciegamente de su criterio respecto a las cosas mundanas como qué hora es, cómo se llega a no se qué sitio, qué dice exactamente la norma, qué impresora compartida comprar y qué carteles son una oportunidad.
[Ahora viene el momento que apasiona a todos los lectores: cuando repites el título del post en la historia que estás contando (¡les chifla!)].
Así que hice algo my idiota (para variar): Llamé. Era para un estudio sobre dejar de fumar. Querían ver si la gente lo hacía si les ofrecían dinero. Cada día que no fumabas te daban 20 dólares -o te lo daban todo al final, según la modalidad- También te daban paquetes de tabaco 'como tentativa', que ya había planeado vender a 5 dóleres cada paquete. Sólo tenía que ir tres veces al día a soplar y levantar 25 dólares.) Las dos únicas pegas que pude encontrarle fueron:
- vaya panda de gilipollas los conductistas (toda la película esa de que pueden conseguir controlar el comportamiento de la gente con el palo y la zanahoria me huele demasiado a fascismo, a descargas para curar homosexuales, a la letra con sangre entra y a todo lo compra el dinero... también pensé que claro, las criaturas tienen que ofrecer muchisima pasta para atraer a sujetos lo sufiecientemente raros -y necesitados- como para que sus falsas, falaces y socialmente perjudiciales hipótesis se "prueben" -me rio yo de los experimentos científicos-).
- Esteee, Uhhh! no soy fumador. Bueno, si, pero poco.
Tan poco, tan poco fumador soy, que en la segunda cita (a la primera se me olvidó ir) dí niveles demasiado bajos de tabaco (dos errores: el dia anterior estube fumando mucho -conseguí fumarme unos siete u ocho cigarros-, pero esa mañana sólo me había fumado tres; además, me había cepillado los dientes). Le dije a la chica que yo fumo por la tarde y por la noche y me dijo la chica (despues de media hora de preguntas sobre drogas) que volviera al dia siguiente a las 7. Oigan, como me lo curre. Me fumé 15 cigarros. Por poco me muero. Qué asco colegas. Creo que cualquier cosa, por estúpida o divertida que sea, se vuelve una odiosa carga cuando la haces por dinero (tomad nota alegres defensores de la prostitución lúdica -'uy! si era yo'-). Además, no me lavé los dientes en todo el día y bebí poca agua (para reconcentrar la orina en un espeso y nicotínico caldo). Mi bejiga (no quería ir al baño para no desperdiciar el precioso líquido contienente de nicotina) mi boca (pastosa, como desaparecido, también es un sentimiento) y yo llegamos a las 7 y cuarto. Otra chica me informó que el "principal del estudio" considera que no soy apto y que no tenia porqué haber ido. En el camino a la salida entré en un despacho vació y les dejé un meote lleno de nicotina, de recuerdo, para apoyar las tesis del estudio (no, no lo hice, pero debería).
Durante mi "preparación" para el estudio conocí a mucha otra gente que los engañó con éxito (pero iban bien fumados a la primera entrevista y no tenían mombres latinos. Es que me lo imagino: "¿Cómo va a engañarme Mindy?" y "¿dices que a Gubialex le faltaban unas decimas de los niveles de tabaquismo porque fuma por las tardes?... probablemente necesita el dinero, échalo"). Lo más humillante, dos mujeres fresquitas y fumadoras hicieron el estudio, cobraron la pasta y seguían fumando (en horas estratégicas) durante las dos semanas que dura...
Por lo menos esta anécdota me sirvió para tomarme menos en serio a los "experimentos científicos". La próxima vez que alguien les diga algo como: "un experimento de laboratorio de la universidad de Vermont, demostró que los incentivos inmediatos y sistemáticos consiguen que se deje el tabaco. De doscientos cincuenta estudiantes voluntarios que presentaban altas tasas de adicción al tabaco, el 87% abandonó este horrible hábito", no se dejen impresionar y mandenmeló al carajo directamente (la violencia sólo es recomendada si el que dice la frase es el principal que llevo a cabo la investigación).
Apesadumbrado, pobre y con una nueva adicción al tabaco, nuestro anti héroe marcha... hacia la clase de salsa (pero esto va a ser otro post, que hoy estoy parlanchín).
2 comentarios:
Bueno, en realidad no es para tanto, yo también lo habría intentado... aunque yo sí que fumo, jejeje... No sé cómo anda el trabajo por los States, pero desde luego, no se te ocurra:
1) Apuntarte a pruebas de medicamentos. Esto se hacía (y se hace, y si no, mira a estos buscadores de Conejillos de Indias) mucho en Inglaterra: se trata de probar nuevos fármacos que salen al mercado, y te pagan (una miseria) por ello).
2) Colgar tu foto en Internet para sacarte unas pelillas. Mal, mal, y si no, mira lo que le pasó a esta zagala...
Bueno, wapo, ha la hora de las cursivas, negritas e hipertextos... jejejeje
¡menudos son estos yanquis! en Uppsala conocí a japonesas, brasileñas, brasileños, indios ¡joder! incluso a un americano y a un canadiense que trabajaban en los bares-restaurantes de las "naciones" (algo que se puede confundir con las hermandades americanas, pero siempre mal hecho, creo.... sí, les pagaban en negro y mal, pero por lo menos es una opción...encima, aprendían el idioma y la mayoría lo hacía para conocer a gente mientras se sacaba dinerillo útil...bueeeno, ánimo migue!!!
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