domingo, diciembre 04, 2005

La galleta de la iluminacion

Tras una visita en Estados Unidos para apoyar la apertura de un nuevo templo en Chicago, algunos alumnos de ultimo agno y el maestro llevaron al salon curiosidades. Entre ellas, una gran caja de galletas Oreo que todos compartieron.

Entonces se produjo una de aquellas agradables conversaciones de rutina: como suena un arbol que cae en un bosque sin nadie alrededor?, si el zen esta dentro de cada uno, porque venimos a un templo? y otras grandes preguntas de la metafisica zen.

Un alumno devolvio una galleta Oreo al monton, con todas las demas. Entonces el maestro le pregunto porque lo hacia. Aquel alumno explico que la galleta tenia un defecto. La tapa estaba al reves. Entonces la conversacion se fue de madre. Unos pensaban que habia hecho mal porque la extragna colocacion de la tapa no era un defecto, sino una singularidad que hacia unica a aquella galleta; otros pensaban que habia hecho mal porque si creia que tenia un defecto, para que la devolvia al monton?, para que otro la comiera?; otros pensaban que habia hecho bien porque al devolver al monton la galleta que, en su opinion tenia un defecto, permitia que otros la encontraran bella y difrutaran de aquella galleta especial; otros pensaban que habia hecho bien: aquella galleta con la tapa al reves les habia demostrado que ciegas maquinas las producian, que semejante falta de respeto y carigno en la elaboracion de las galletas no podia ser nada bueno, y que no comerian ninguna de aquellas galletas sin espiritu, ni siquiera las que tenian la tapa bien puesta.

El calor de la discusion desperto a Leugim. Se habia vuelto a quedar dormido en el sofa. Cuando se incorporo, el maestro, hablando, levantaba una galleta cerca de el. A Leugim le gustaba comer galletas, ademas, le parecio que era un regalo del maestro y le gustaba sentirse regalado, en fins, por no parecer descortes, rapidamente se la comio.

Entrando en aquella boca, la galleta oreo con la tapa al reves consiguio que siete alumnos alcanzaran la iluminacion. Y, cuando el maestro termino de golpearlo, todos me emperaron a llamar por mi nombre:

El Zen Glotoncito.

3 comentarios:

Mirandiki dijo...

Pues sí, va tocando bañarse, que parezco ya una pedazo de voyeur (supongo que el femenino es voyeuse, pero como no lo sé prefiero mantener mi ignorancia en un lugar seguro). A ver:
- Mirandiki se alegra de que al que firma este post le agraden las vistas del piso, aunque no era necesario hacerle publicidad (jajajaja)
- Mirandiki se apocha al saber que el Zen Glotoncito está en sí apochado.
- Mirandiki opina de que los problemas de amores son muy malos, y que deberían desaparecer del mundo. Por eso, ¡Basta de tiras y aflojas! ¡Basta de ni contigo ni sin tí! ¡Amor a tutiplén pero YA!
- Y le invito a esta casa del Amor a jugar a la Play, a tomar unas cañas, a dar un paseo, a ver unas pelis, a leer un cómic, a imprimir propaganda o a lo que se tercie.

Un besico, ese cadi, oé!

Mirandiki dijo...

mmm este comment debería estar en otro post, a ver si consigo cambiarlo... ejem ejem

Mirandiki dijo...

parece que no hay manera. Sorry por el error.




Ese cadi, oe!