jueves, octubre 25, 2007

Otoño trágico


Frío, gripe, lluvia, soledad y ¿que ofrece a cambio el otoño?: ¿Castañas? ¿Montañas de basura orgánica en los parques?... No parece que se esforzaran mucho por fabricar estaciones compensadas... seguro que las diseñó alguien con una fuerte ciclotimia. El consuelo es que no es culpa mía, la propia estructura climática nos conduce a la maniaco - depresión.
Hay que reconocer que los problemas otoñales tendrían sencilla solución en forma de cafés irlandeses, amigos, chimeneas y amantes. Peeero, las clases, el curro y el activismo no dejan mucho margen de recuperación.



Nada, nada, si me encuentro convaleciente de ninguna enfermedad no es mi culpa, es culpa del clima y de la sosiedá. Buehh, también puede ser que cortar con mi novia (casi sin razón y movido por el miedo) haya influido algo; o también lo haya hecho el mandar un mail de los de discutir a María y que éste haya recibido ese tratamiento de silencio que tan bien y tan frecuentemente sabe ella aplicar; no me extrañaría que también me estuviera pasando factura el hecho de que, para olvidarme y volverme a ilusionar me haya acercado a chicas que están aún más hechas polvo que yo. Finalmente, lo he visto claro: me he hecho un perfil en badoo y otras páginas de búsqueda de parejas y hoy tengo mi primera cita decadente. (será solo una horita a tomar café... pero seguro que descubro que el mundo puede ser un lugar aun peor).

3 comentarios:

Josico dijo...

Veo que sigue sin fallarme la intuición contigo. Me meto y... poff publicado has.

Pues si hijo, si. Otoño trágico.

the Migue dijo...

Si, si, si no fuera por cierta falta crónica de tiempo, retomaría el blog más alegremente since i am in the mood for blog... en vez de eso creo me conformaré con un post sobre Californication

Anónimo dijo...

Yo también he tenido la intuición de que habrías escrito algo... A mí, en cambio, me gusta el otoño, por esa consciencia del transcurrir cíclico del tiempo, por su ritmo lento, por los sentimientos melancólicos que me despierta... No sé, supongo que lo disfruto porque sé que es transitorio. Y porque, viniendo de Murcia, el otoño ha sido un descubrimiento tardío. Un abrazo fuerte, Migue. Inés.